El Paseo Alto, un parque con historia


En el noroeste de la ciudad se alza uno de los parques históricos de la capital cacereña: el PASEO ALTO. Enclavado en el denominado 'Cerro del Teso' o 'Cerro del Rollo', fue este el lugar donde se encontraba el antiguo rollo o picota: un mojón de granito, símbolo jurisdiccional de la villa.

El parque, cuyo nombre inicial fue 'Paseo del Rollo', nació por iniciativa del Ayuntamiento de la ciudad en el año 1852. Sería así el primer parque público de Cáceres.

Conozcamos la historia de este enclave de la ciudad.

EL POZO DE LA NIEVE

En siglos pasados, desde el mes de mayo hasta octubre, el duro calor precisaba que los ciudadanos tuviesen que refrigerar los alimentos y las bebidas para el periodo de verano.

A través del abasto de nieve se proveía a la ciudad de nieve para esta función, que era traída directamente de zonas como la Sierra de Béjar, Hervás o del Piornal. Los arrieros la trasladaban hasta la ciudad durante el invierno, siendo depositada en el Pozo de la Nieve que había cerca del Paseo Alto (y que sigue estando, en una vivienda abandona en la ladera norte del parque).

El pozo de la nieve estuvo en funcionamiento hasta finales del siglo XIX, cuando Joaquín Castel abrió la fábrica de hielo de Aguas Vivas. Desde entonces, el edificio permanece en ruinas, a la espera de su protección y rehabilitación para evitar que se pierda un pedazo de nuestra historia.

Testigo de esta actividad comercial es una calle que lleva su nombre, la 'Avenida Pozo de la Nieve', en el barrio de Montesol.

Casa del Pozo de la Nieve y el hueco interior para guardar la nieve.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.


LA PLAZA DE TOROS

La renovación de esta zona de la ciudad comenzaría, ya en el siglo XIX, con la construcción de la Plaza de Toros de Cáceres.

La construcción de la plaza es un proyecto que inicia su andadura en 1838. Las obras comienzan en 1844 y, dos años más tarde, en 1846 se inaugura la Plaza de Toros. El autor del proyecto fue el ingeniero Secundino Pelilla, y su principal artífice el constructor Tejada​. 

La ubicación del coso taurino en este lugar fue posible porque, décadas atrás, hubo otro proyecto que no salió adelante: un cementerio junto a la antigua ermita de los Mártires (en el camino a Trujillo), que no prosperó a consecuencia de la Guerra de la Independencia (1808-1814).

Plaza de Toros de Cáceres.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.



EL POLVORÍN

En 1849, el Gobierno Civil solicita al Ayuntamiento de Cáceres la construcción de un polvorín, un lugar que sería usado para almacenar la pólvora en la ciudad y así evitar el robo del material explosivo.

El lugar elegido fue el Cerro del Rollo, junto a la recién inaugurada Plaza de Toros y la Ermita de los Mártires, por su lejanía a la ciudad: ante un posible accidente las viviendas de la villa, en su mayoría de madera, no se verían afectadas.

El proyecto, del arquitecto municipal Calixto de la Muela, se envía al alcalde de la época, José María Morera. El edificio se construye durante 1850. El constructor fue el alarife cacereño Manuel del Amo, que edificó el polvorín con un coste de 6758 reales. 

A los pocos años ya se encontraba abandona, quizás por la distancia al casco urbano. En cuanto a su morfología, se trata de una edificación rectangular, con muro exterior que protege el edificio principal, así como 4 garitas (una en cada esquina).

El lugar fue utilizado como estación sanitaria traída a la ciudad para combatir la gripe de 1918. También se conoce que en 1941 hubo un proyecto fallido de crear una casa de baños turcos. A pesar de los intentos por recuperarlo y la rehabilitación del exterior, la antigua construcción sigue abandonada en el parque.

El Polvorín abandonado.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.

EL PRIMER PARQUE PÚBLICO.

Tras la construcción de la Plaza de Toros y El Polvorín, se produjo el derribo de la antigua Ermita de los Mártires en 1852. Años más tarde, en 1860, se construye la nueva Ermita de los Santos Mártires (San Fabián y San Sebastián), que perdura hasta nuestros días.

Ermita de los Santos Mártires.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.

La obra del nuevo paseo se realiza bajo la dirección del arquitecto municipal Antonio Jiménez, con la idea de crear un gran espacio delante de la nueva ermita, el llamado salón (en la actualidad, la bandeja), además de la instalación de bancos de granito y la plantación de árboles. En el año 1866 es cuando se instalan las barandillas del paseo y hasta 1918 no tuvo luz eléctrica, y sólo en las noches de verano. Este enclave es considerado como el primer parque público de la ciudad.

La 'Fuente del Paseo Alto' (1929), de estilo neomudéjar, es otro de sus atractivos.

También en el paseo encontramos un chalet edificado en la década de 1930 que perteneció al médico Vicente Guerrero.

Fuente de estilo neomudéjar (1929).
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.

EL JARDÍN MATERNAL

Otro lugar destacado del paseo es el Jardín Maternal, inaugurado en 1938, que era el lugar donde se acogía a niños de entre 3 y 7 años, hijos de madres que trabajaban fuera de casa. Los niños entraban a las 8 de la mañana y salían a las 6 de la tarde. Allí recibían el desayuno, la comida y la merienda, además de la educación.

Este edificio contaba con: sala de estar y de juegos para los niños, entrada, vestíbulo de espera, cuarto de la directora y dirección y control, reconocimiento médico y aseo del médico, cuartos de aseo para los niños (con lavabos, lavadientes, duchas y WC), sala de iniciación al trabajo y labores del hogar, comedor de niños, comedor y cuarto de estar de las guardadoras, cocina, oficio, carbonera y despensa, calefacción, WC de servicio y pequeño lavadero.

La actual Guardería 'Virgen de la Montaña' fue en sus inicios el antiguo Jardín Maternal. Hoy, no quedan restos del viejo edificio, pero la ubicación nos recuerda el uso del lugar desde la década de 1930.

Entrada al antiguo Jardín Maternal.
Revista Nacional de Arquitectura.


DESARROLLO DEL ENTORNO

El último gran desarrollo de la zona tuvo lugar a finales de la década de 1980 con la construcción de viviendas en el Paseo de Ramón y Cajal, nombre que recibe la calle que da acceso al parque. El resto de la zona tiene como denominación Paseo de Ibarrola, aunque la denominación oficial del parque es 'Paseo Alto'.

Señal del Paseo de Ibarrola.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.


Bancos de granito en el Paseo Alto.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.

MÁS FOTOGRAFÍAS DEL PASEO ALTO:

Detalle de la bandeja del Paseo Alto.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.

La Bandeja que rodea el Paseo Alto es original de 1866.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.


Detalle de la casa del médico Vicente Guerrero.


Vista del polvorín desde la esquina sur.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.


Ermita de los Santos Mártires, construida en 1860.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.


Vista completa de la bandeja, con la ermita al fondo.
Foto: Miguel Ángel Barrantes Cortés.


BIBLIOGRAFÍA

Archivo Histórico Municipal de Cáceres.
Fernando Jiménez Berrocal. Crónicas Cacereñas (2014). Abasto de la nieve.
Fernando Jiménez Berrocal. Crónicas Cacereñas (2017). El Polvorín.
Fernando Jiménez Berrocal. Crónicas Cacereñas (2017). El Paseo del Rollo.
Documento del Mes. Marzo 2013.
Documento del Mes. Noviembre 2013.
Revista Nacional de Arquitectura (1941). Nº2